lunes, noviembre 20, 2006

Cambiar siempre es difícil, pero quizás aún más para los periódicos


La resistencia a cambiar cuando se ha estado muy bien por mucho tiempo es entendible. Por este motivo, la mayoría de los cambios en una organización se producen porque hay circunstancias externas que obligan a ello. La industria de los periódicos se encuentra precisamente en dicha situación. Variados factores externos están haciendo tambalear el modelo de negocios que los periódicos han tenido durante décadas, y con el cual han sido exitosos y rentables.
Esta semana fue la convención anual de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE). Por supuesto, los temas que dominaron las presentaciones estuvieron relacionados con los desafíos de la industria: la adopción de nuevas tecnologías (i.e. redacciones multimedia, tecnologías móviles, etc.), y cómo hacerle frente a nuevos actores tales como buscadores y agregadores de noticias. El mismo tema de mi presentación fue la evolución del modelo de negocio desde un punto de vista estratégico. Sin embargo, los cambios no sólo significan adoptar nuevas tecnologías, lanzar nuevos productos y competir más estrechamente con nuevos medios (todo esto muy importante, sin duda). Los cambios implican sobretodo ajustar la organización a una nueva estrategia y a un nuevo entorno; los cambios implican asumir un costo mientras dure la transición; y por último, los cambios implican contar con líderes que sean capaces de llevar adelante la transformación de la organización sin volver atrás. Estos son quizás los desafíos más difíciles de asumir por los directivos de los periódicos. Pensemos, por ejemplo, en adoptar tecnologías móviles para llegar a los lectores. Más allá de definir nuevos canales de comunicación, el problema es tener los contenidos adecuados para quienes reciben la información por ese canal de distribución, ya que seguramente no coinciden con los lectores a los cuales habitualmente llega el periódico de papel. Asumiendo que se reconoce la necesidad de generar contenidos diferenciados, ¿quién en la organización podrá hacerse cargo de ellos? Entramos luego en un terreno más difícil, como lo es producir esos nuevos contenidos con recursos que ya poseemos o que sean económicamente viables. Más aún, el producir esos contenidos debe ser consecuencia de una mejor rentabilización de los recursos que la empresa ya posee. Esto requiere adaptar la organización completa.
Adaptar la organización a un nuevo modelo de negocio y a una nueva estrategia requiere además una nueva visión de los directivos de la empresa. Cuando ha existido una lógica dominante por tanto tiempo, romper con esa lógica y buscar la innovación resulta difícil, pero sin dudas tiene importancia crítica para el éxito y supervivencia de la empresa a largo plazo.